EL PITU PUJOL, LA FERRU, EL PRESIDENT JOSÉ I EL UAN.

Breu nota preliminar:
L’article que a continuació podreu llegir està escrit íntegrament en castellà en honor a totes aquelles persones que, malgrat no tinguem cognoms nostrats, som i ens sentim tant catalans com la Ferrusola. A mi, particularment, no m’ha molestat gens que el meu país, Catalunya, hagi tingut durant 23 anys un President a qui els seu pares van posar, orgullosos, el nom de JORDI i els cognoms PUJOL I SOLEY. I és que als demòcrates, allò que realment ens importa és que els nostres mandataris siguin elegits legítimament i democràticament pel poble, mèrit aquest que, per cert, també pot esgrimir l’actual President de Catalunya, al qual, igual d’orgullosos que els Pujol Soley, els Montilla Aguilera van posar el nom de JOSÉ.


DE LA CATALUNYA DEL MOÑO A LA CATALUÑA DIVERSA.

La familia Pujol-Ferrusola parece haberse empecinado en que éste humilde ciudadano, a la par que militante socialista de base, les vaya perdiendo el respeto una a uno. Si así fuere, ruego a tan insigne familia que profieran los dislates por parejas y así, como hacen ellos desde tiempos inmemoriales con nosotros los socialistas, yo también les podré mandar a donde ellos nos mandan de dos en dos. ¡No vean ustedes cuanto artículo íbamos a economizar!

Conste que no es ni por asomo mi intención dejar de respetarles y que si así fue la primera vez [1] -que efectivamente, así fue, para que nos vamos a engañar- lo hice impelido por un Pujol un tanto “ga-gá” y democráticamente insolente que declaró sin ambages no tener “ningún respeto” por el Presidente Zapatero, mandatario democráticamente elegido en su día por la mayoría de los españoles y, dicho sea de paso, por la inmensa mayoría de los catalanes, sí, sí, esos a los que tanto amor y respeto dice profesar el insigne marido de quien quisiera ser primera dama vitalicia de este país nuestro que es Cataluña; el mismo que firmó el pacto del Majèstic con el PP de Aznar y el mismo que oyó gritar aquello de “Pujol, enano, habla castellano” a las huestes aznaristas cuando el PP ganó las elecciones del 2000 con mayoría absoluta. Si él se permitía el lujo de no respetar a quien yo había votado libremente, dejando así de respetarme a mi, ¿por qué diablos debería yo respetarle a él?

Pero como según parece, en este país no puede haber Pujol sin Ferrusola, ésta, para que nos quedara claro a todos -y muy especialmente a los Blanco, Garrido, Espinosa, Fernández, Gallego, García, Rodríguez, Martínez, Pérez, Montilla i López, entre otros ilustres apellidos originarios todos ellos de entre Castellfollit de la Roca y Santa Maria de Palau Tordera como su etimología bien indica-, que ninguno de nosotros somos lo suficientemente catalanes para asumir y ejercer con dignidad la máxima magistratura del país, va y suelta que le molesta -y mucho- que el President de Catalunya sea un andaluz.

Un auténtico insensato –por no decir algo más rústico, rudo y soez- lo hubiera dejado ahí, sobretodo teniendo en cuenta que semejante frusleria la estaba soltando en la emisora de Justo Molinero –Radio Tele-Taxi y Olé- que como todo el mundo sabe es la que más audiencia tiene en Sant Gervasi, Pedralbes, Les Corts, Castellfollit de la Roca y Santa Maria de Palau Tordera, por no decir en Albons i Sant Esteve de Guialbes, poblaciones, todas ellas, de donde, como también sabe todo el mundo, son originarios los apellidos antes citados, entre ellos el del President Montilla y el mio propio.

No había pues ningún peligro de que los habitantes de Sant Adrià, Sant Cosme, La Mina, Badia, l'Hospitalet, Cornellà, Barberà del Vallès, Les Roquetes, mis padres, mi abuela y mis tios, entre otros centenares de miles, se sintieran poco menos que insultados, porqué si alguna cosa está clara en este país es que la immensa mayoría de ellos NO escuchan Radio Tele-Taxi, sinó Catalunya Música y en los días de guardar Catalunya Cultura. No te jode!

¡Pero que va hombre, que va! Ella, con la autoridad que parece conferirle el hecho de haber sido la primera y única primera dama de Catalunya durante 23 años –con moño, eso sí- no podía quedarse ahí. Por cierto, ahora que lo pienso, ya hace tiempo que no luce moño para desesperción, eso sí, de tanta beata nacionalista que en su día le gritaban, a lo Boris Izaguirre -es decir, en plan histriónico- aquello de "això és una dona, això és una dona". Que pelotas y falsas han sido siempre las burguesías!

Así que ni corta ni perezosa, remacha la faena añadiendo que también le asquea que el President tenga la muriana desfachatez añadida de no haberse cambiado el nombre –José- que le pusieron sus padres al nacer en Iznájar-Córdoba, por su equivalente en catalán, verbigracia, Josep, Pep, Pitu, Pepitu, Jep, Lep o cualquier otro similar, sin reparar en que los catalanes –de hecho como los de Bilbao-, no solo nacemos donde nos da la real gana, sino que, además, tenemos la fastidiosa costumbre de hacernos llamar como nos sale de los reales alcázares, sin dejar por ello de ser más catalanes que la mismisima Casa Batlló. La manera de pensar de la Ferrusola tiene un nombre, pero no seré yo quien avive las brasas.

Visto lo visto, no niego que me hubiera encantado que a Pujol, en vez de Jordi, le hubieran bautizado como Josep. Se imaginan el cachondeo que hubieran organizado cada carnaval las chirigotas a cuenta del “Pitu” del Pujol?! Que risa, ¿verdad Ferru? ¡Me descojono solo de pensarlo!

Y como no hay dos sin tres, como para que una estupidez no derive irremisiblemente en otra; como para que una frase mesiánica no acabe en una soflama pútrida, hay que ser intelectualmente alguna cosa más sólida que una aspirante a eterna primera dama con moño, (léase como eufemismo de antiguo, obsoleto, anacrónico o tal vez viejo) y Ferrusola es en ese sentido -en el intelectual, me refiero- más blanda que el césped que su empresa plantó y replantó en el Camp Nou tres o cuatro veces a precio de oro cuando Nuñez era Presidente, pues la cosa no podía acabar bien.

Así que, encantada de haberse conocido y como si ella fuera una insigne lingüista y/o académica de la lengua de Verdaguer, acaba afirmando que, además de los dos primeros pecados (el President es andaluz y tiene nombre castellano), -capitales donde los haya para el nacionalismo moñil, que es el que siempre ha practicado la gente como ella-, nadie que no hable correctamente el catalán debería ser President de Catalunya. ¡Toma ya!

Yo, al leer esta parte de la soflama pensé: ¡Oh Dios, no! Eso significa que el President Montilla es un accidente de la historia del país. Significa que el pueblo y el Parlament se equivocaron gravemente y que a partir de ahora, siguiendo el recto criterio marcado por la pitonisa Ex-Moños, solo elegiremos para presidentes a tipos nacidos y criados en Sant Gervasi, Pedralbes o en su defecto, y como mucho, en Sant Cugat del Vallès, la población más grande de Catalunya con alcalde de CiU.

Afortunadamente, me sacó que mi ensimismamiento y de mi aturdimiento una conversación cercana, que, aún no siendo yo un fisgón, no tuve por más que escuchar, pues los decibelios en que se estaba produciendo eran de importante magnitud.

Dos tipos y dos tipas de San Gervasio hablaban a voz en grito de su reciente excursión al Montseny. Un minuto me bastó para marcharme aliviado a la par que satisfecho, pues de cada diez vocablos que pronunciaban, uno era "super-güai" y otro "camaco", debidamente intercalados con abundantes "jo tio/tia" y con los no menos proliferantes "osigui...no?".

Que alegria, pensé, tener un President que se llama José Montilla Aguilera, que nació en Iznájar y que se esfuerza por hablar cada día mejor una de las dos lenguas de nuestro país, el catalán. Que alegría, Virgen del Socorro, que alegria!

Y sobretodo, me marché completamente convencido de que si el catalán correcto que dice la Ferrusola es el de los “camacos” y los “super-güai”, no solo no tendremos nunca un president al estilo del que ella querría , sino que ello es la mejor garantía para que dentro de unos pocos lustros, el máximo mandatario catalán pueda ser, no ya un Jordi, un Pasqual o un José, sinó un “UAN” (No confundir con Juan pronunciado en andaluz cerrado), un niño chino nacido en Pekín, criado en Castellfollit de la Roca, hijo adoptivo de un señor llamado Jorge, (llegado de Cuenca para construir el puñetero tunel del AVE de la Sagrada Familia) y una señora llamada Maria Montserrat, que además de hablar el catalán mejor que el Pellicer, (el niño, claro está) habla también chino mandarín, inglés, francés y árabe.

Moraleja: si todavía hay muchos nacionalistas que piensan como la Ferrusola, (que los hay, solo que no se atreven a salir del armario) no hay porqué preocuparse, pues no serán presidentes de este país en la puñetera vida, sobretodo porqué viven, no ya en otro país distinto, en un país imaginario, (el del catalán cabreado y de altas convicciones nacionalistas y/o soberanistas) sino en otra galaxia. El país real es otro muy distinto al que ellos quisieran y así lo han demostrado las recientes elecciones generales, donde el PSC, -y una vez más para desesperación de las tesis nacionalista-moñiles- ocupa un lugar central en la vida política, social, cultural y económica del país. Ese es el país real y lo demás...moñadas!

[1] http://joanlopez.blogspot.com/search?updated-min=2007-01-01T00%3A00%3A00%2B01%3A00&updated-max=2008-01-01T00%3A00%3A00%2B01%3A00&max-results=17